domingo, 7 de diciembre de 2008

Chelsea Hotel, Köln


Desde la construcción del nuevo techo del Hotel Chelsea en el año 2001, el exterior del hotel se presenta a sí mismo como una obra de arte. En la parte superior de un edificio sin pretensiones de los años sesenta, un espectacular techo de estilo deconstructivista esta en pie. El nuevo techo fue diseñado por el arquitecto Hartmut Gruhl, el resultado de esto son siete nuevas habitaciones de lujo añadidas al hotel, algunos de ellas en dos niveles, la mayoría con su propia terraza e interiores que debido a la construcción oblicua crean espacios inusuales y emocionantes que corresponden a la nueva arquitectura.


*Since the construction of the new roof of the Hotel Chelsea in the year 2001 the exterior of the hotel is presented itself as a piece of art. On top of the rather unpretentious building from the Sixties a spectacular roof in deconstructive architectural style is stand up. The new roof was designed by the architect Hartmut Gruhl, the result of this is seven new luxury rooms added to the hotel, some in split-level, most of them with their own roof-top terrace and an interiors which due the oblique construction creates an unusual and exciting spaces that corresponds to the new architecture.


Para más información / For further information:

© photos are property of r000pert, shennyg, artsleeper and vultureSG.

2 comentarios:

taddeo.senna dijo...

Es curioso que en el articulo anterior la intervencion fue basada en una evolucion del codigo formal del edificio, y en esta al parecer, el edificio padece una enfermedad degenerativa, una malformacion originada por un codigo pernicioso.
El ejercicio deconstructivista resulta en este caso una especie de piercing, de quien se aburre de si mismo.
Saludos mi buen.

José Gallardo dijo...

Coincido totalmente, en el ejercicio de la torre Eiffel parece que mas bien un adenoma o algo que sale del mismo edificio, en el hotel Chelsea, por el contrario, es mas bien un parasito, un organismo ajeno e independiente que se adhiere y alimenta del otro... o como bien lo llamas una especie de piercing, de quien se aburre de si mismo.

un abrazo maestro.